jueves, febrero 10, 2022

¡Es la Justicia Porota!

¡Es la Justicia Porota!


Un hombre viejo y enfermo dormía en la calle de su país. De pronto, una mujer,  joven y bella, se acerca y le prende el colchón en el que estaba el hombre. Ella corre a toda prisa. Ríe. 
Asustado el hombre despierta. Avisado por las llamas. Está escaldado en invierno, en su habitación pública pero privada, y privada de agua, luz, y gas. 
El anciano persigue a la mujer. -¡Porota! ¡Porota!, Devolveme el colchón, grita el viejo. Porota ríe, pero a unos metros se encuentra con unos hombres de su condición. Presa. Le intiman a devolver el colchón. 
El caso es derivado a la Justicia por el caso de Porota. Ella sigue riendo. Ríe fuerte, en su país de las maravillas. Esconde sus fortunas y sus fechorías en lujosas carteras y tras vestidos oscilando entre el lujo y el duelo; ora vestidos violetas papales, ora vestidos negros azabaches.
El juez del caso del colchón apresa a Porota. ¡Es la Justicia Porota! Pero el magistrado decide soltarla por la conmoción pública. No importa su maldad o su ladrona condición. No importa si puede devolver lo que robó o no. El juez la libera porque personas como ella pueden sembrar la discordia en el país. ¡Es la Justicia Porota! 

Jorge Lucas.-